¿Alguna vez comprenderemos que el ENEMIGO nunca está afuera? Afuera lo re-creamos… solamente. El odio nos abre frentes imaginarios, nos impregna de paranoia, nos da «falsas certezas» y como toda acción trae consecuencias nos vamos a encontrar con ellas a lo largo del camino. No creo que esto sea privativo de un sector político, todos estamos cayendo en similares actitudes, en batallas contra los molinos de viento, en luchas desenfrenadas contra lo que frena nuestros deseos, nuestras convicciones… Pero sabemos que aquello que obstaculiza el alcance de nuestros objetivos forma parte del plan evolutivo de nuestro Ser. ¿Qué es el odio, como motor de ataque? En las enseñanzas de Gurdjieff y Oupensky se dice que es la energía del crimen si se manifiesta en crudo, pero si la «retenemos» -no si la reprimimos que es inconsciente- se convierte en combustible de la EVOLUCIÓN. Aprendamos a RETENER nuestras más voraces emociones.

Inés Pérez Arce

28.8.17